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Fecha 3 abril, 2018 Tiempo Javier Arambarri Tiempo Mantenimiento, Gestión de flotas Tiempo 4 Minutos

Mantenimiento preventivo, ¿qué es y para qué sirve?

Más vale prevenir que lamentar, y mucho más cuando de seguridad y ahorro se trata.

 

Debido al uso, en ocasiones extremo, de los vehículos de nuestra flota, resulta imprescindible darles un buen mantenimiento para prevenir futuras fallas que puedan poner en riesgo la seguridad de nuestros operadores y el desgaste de nuestro bolsillo.

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Pulpomatic te trae algunos consejos para realizar un adecuado mantenimiento preventivo, así, tus vehículos estarán siempre listos para un buen desempeño.

 

Sistema refrigerante/anticongelante.

El nivel del líquido anticongelante debe estar siempre entre las marcas del depósito de reserva del mismo. De ser posible, su revisión debe ser diaria, o en su caso, una vez a la semana. Para rellenar el depósito, hay que esperar a que el auto se encuentre frío, de lo contrario, la presión del líquido hará que el tapón salte junto con una parte de él, pudiendo ocasionar quemaduras. Si tu vehículo pierde líquido constantemente, es probable que se deba a una fuga, en este caso, es momento de visitar el taller para su reparación. Un daño en el sistema refrigerante puede ocasionar sobrecalientamiento del motor, lo que trae consecuencias catastróficas.

 

Aceite del motor.

Un motor sin aceite queda inservible en muy poco tiempo, por ello, es importante que revisemos que cuente con el nivel suficiente. Al igual que con el líquido anticongelante, su revisión debe realizarse con el motor apagado y frío. Retira la varilla de medición y límpiala totalmente, vuelve a introducirla y a retirarla. Si el nivel de aceite es bajo, repón el aceite que falte con uno de las mismas características. Procura nunca pasar el nivel máximo, ya que esto ocasionará retroalimentación de aceite hacia el motor. El cambio total de aceite se recomienda cada 10,000 km, durante el servicio del vehículo.

 

Aceite de la transmisión.

Revisa periódicamente que el nivel del aceite de la transmisión se encuentre dentro de los niveles adecuados. En condiciones normales, este líquido no debe perderse. Si esto ocurre, es momento de pasar por el taller para una revisión.

 

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Batería.

Revisa periódicamente que el nivel de carga de la batería sea el especificado para el modelo. Procura no conectar dispositivos que ocupen mayor intensidad que la que ofrece la batería, ya que esto acorta su vida útil. Los bornes de la batería deben estar siempre limpios y libres de sarro, esto evita pérdidas de corriente en las conexiones.

 

Luces.

Asegúrate que todas las luces funcionan, altas, medias, bajas, luces de freno, luces de reversa, y luces interiores. Si alguna no funciona, remplázala inmediatamente. Recuerda hacer la alineación de las luces altas y medias cada seis meses.

 

Frenos.

Verifica periódicamente que el líquido del sistema de frenado se encuentre dentro del nivel requerido. Ya sea que le haga falta o no, realiza el cambio de este líquido cada seis meses. Si al momento de conducir notas que el pedal de freno está muy duro, se va hasta el fondo o los neumáticos hacen ruido, no lo dudes, detente y lleva de inmediato el vehículo al taller mecánico, es probable que exista una fuga de líquido, un desgaste en las pastillas o en los discos. No juegues con tu seguridad ni con la de los demás.

 

Neumáticos.

Recuerda que para que las llantas cumplan con su vida útil, deben contar con la presión de aire adecuada, así, además, tu vehículo aumenta su rendimiento en consumo de combustible. Revisa la presión al menos una vez por semana. Si el desgaste de los neumáticos es superior a los 2 mm, es momento de reemplazarlos.

 

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Sistema de suspensión.

Si observas pérdidas de líquido en los amortiguadores, desgaste irregular de los neumáticos, balanceos excesivos de la carrocería o una vibración exagerada del vehículo, es probable que algo ande mal con el sistema de suspensión. Si no notas ninguno de estos indicadores, de todos modos es recomendable llevar el auto a revisión cada 20,000 km para verificar que este sistema funcione correctamente.

 

El escape.

Si sale humo negro a través del escape, es momento de realizar una afinación, ya que el motor está usando una cantidad excesiva de combustible. Por otro lado, verifica periódicamente que el mofle no tenga agujeros, de lo contrario, se presentará ruido al momento de circular con el vehículo.

Filtros.

Revisa el filtro de aire y cámbialo si está sucio. Cambia el filtro de aceite cada dos cambios de aceite o cada 25,000 km. El filtro de gasolina debe cambiarse con cada cambio de aceite.

 

Realizando estas acciones, pronto te darás cuenta que, al realizar un mantenimiento preventivo adecuado en tus vehículos, estás ahorrando mucho dinero y aprovechando al máximo la capacidad real de tu flota. 

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