26 abril, 2019
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El autogas, es un combustible alternativo que pasa de gas a líquido y en su combustión gases inocuos.
Antes de decidirte por conducir o incluir en tu flota vehículos de autogas debes adquirir primero las nociones básicas sobre qué es el autogas.
El autogas, es también conocido como GLP O LPG, significa Gas Licuado de Petróleo. Consiste en una mezcla de gas butano y propano que ha sido obtenida de manera natural en los pozos de petróleo o como un subproducto en refinado.
Ahora bien, ¿cómo voy a meter en mi deposito un combustible si no es líquido? El autogas al recibir presión pasa de gas a líquido, y en este cambio de estado ocupa mucho menos volumen de depósito. Es decir, si hacemos una media, 100 l de depósito de gasolina es igual que 107 litros de GLP. Una vez en el depósito, su combustión produce vapor de agua y CO2, ambos inocuos.
Ahora, que conoces lo más básico, la pregunta es: ¿Te sale rentable cambiar tu motor de gasolina por uno de autogas?
No son tan diferentes, pero el sistema de alimentación cambia. Además, los motores que pasan de la gasolina al gas suelen durar más y su combustión es mucho más limpia.
Si buscas reducir tu gasto en combustible, la forma más eficaz de reducir el consumo es esta, siendo un 40% más barato que la gasolina. A partir de los 25.000 km verás la amortización del sistema de alimentación del motor de tu vehículo.
Cada vez su uso es más elevado. Este carburante alternativo se utiliza en a aproximadamente 26 millones de vehículos en todo el mundo. En España ya contamos con más de 80.000 y en Europa con 15 millones.
Ventajas del Autogas
Su consumo aumenta con el paso del tiempo y esto es debido a algunas de sus ventajas como:
- La reducción de partículas en un 100 %, de NOx en un 68% y de los niveles de ruido en un 50% en comparación al diesel.
- Pueden circular sin ningún tipo de restricción por el centro de la ciudad con su etiqueta ECO.
- Dispone de una amplia red de repostaje. En España, por ejemplo, hay más de 600 estaciones de servicio. Además, Cepsa y Repsol están aumentando a gran velocidad el número de estaciones con autogás.
Si todavía no estás convencido del todo, puedes probar. No hace falta que te deshagas de la gasolina si no estás al 100% seguro. Puedes compaginar las dos cosas y probar. ¿Cómo lo puedes hacer? Simplemente debes añadir un sistema de alimentación paralelo, de esta manera, cuando quieras, podrás cambiar de un combustible a otro.
